Muriel Angulo esta artista Cartagenera en su obra trata de mostrarnos como cada una de sus pinceladas como la sociedad quiere forjar el carácter de la mujer, siempre queriendo a una mujer sumisa, inocente, disciplinada, paciente, honesta omitiendo los deseos de la misma, omitiendo su opinión y simplemente organizándolas como una matriz ordenada donde cada elemento le corresponde un lugar del cual no puede desencajar.
La rosa símbolo por excelencia de la mujer, por su fortaleza para resistir las tempestades pero con la sutileza de conservar siempre la belleza y feminidad propia del género, suele representar desde los antiguos imperios la belleza, la fertilidad y la feminidad características inherentes a la mujer.
Siempre se ha considerado a la mujer como alguien inferior, debido a que el dominio siempre ha estado en manos del sexo masculino, y las proezas de mujeres líderes como Juana de Arco o Boudica, son siempre relatos con menos trascendencia que los que tiene como protagonista a un personaje del sexo opuesto.
La calidez que proviene del trato que estas mujeres con sus semejantes tienen, logran generar un ambiente para el trato cortes y fluido, el amarillo, anaranjado y rojo de las pinturas son el reflejo del estado que logran las mujeres con su trato, calidez, calor humano, etc. Además la sensación que provee con la posición de los colores se asemeja a la combinación de colores de una llama, el fuego interno que hace que las mujeres nunca desfallezcan y resurjan de un campo de espinas.
La perfección alcanza su clímax cuando después de cada intento, los valores de la mujer se asemejan cada día más al deseo de la sociedad de tener instruidas con rigurosidad espartana, a elementos casi que invisibles que ayudan a construir las naciones y los imperios que el hombre desea.
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