La fotografía fue desarrollada en el mismo momento histórico en el que la filosofía positivista desarrollaba su teoría, donde el único conocimiento valido es al que se puede llegar siguiendo el método científico, el conocimiento para esta ala de pensamiento se vuelve meramente empírico. La fotografía desarrollada en esta época trata básicamente de hacer retratos, quedándose estancada en la representación de personas o paisajes, hasta que el retratista con una nueva gama de efectos producidos por el uso de nuevos materiales basados en pruebas de ensayo y error, método científico, logra dilucidar nuevos caminos donde los colores, las sombras y las perspectivas se combinan para darnos más que una copia de la realidad y mostrarnos la ambigüedad del mundo que nos rodea y al que muchas veces hacemos pasar por inadvertido. La reflexividad característica del modelo positivista de la escuela de Frankfurt,
“El pensamiento debe nacer, a ojos de Horkheimer, a partir de las contradicciones de la realidad,…, La sociedad misma señala los temas y las líneas de investigación en aquello que reprime, en aquello que silencia, y una sociología a la altura de su tiempo debe atender precisamente a estos mecanismos de dominación de la sociedad, para rescatar la verdad de lo que oculta.”[1]
Nos invitaba a hacer una reflexión del mundo que se plantea ante nuestros ojos nos brindaba una nueva posibilidad de interpretación, la fotografía en su desarrollo iría paulatinamente adaptando estos principios para convertirse en una ventana hacia dimensiones ignoradas que la sociedad y la realidad formaban.
Juan Fernando Herrán hace una compilación de imágenes donde las cruces son el papel protagónico la más impresionante a mi parecer es aquella donde la cruz se forma por la unión que hace un pedazo de bolsa de plástico de dos palos, si vemos que el mensaje es mucho más que la peregrinación que se hace para recordar que la muerte está presente, y a mi modo de ver es un ejemplo de que la religión tiene su forma gracias a los artilugios humanos usados para darle forma a creencias infundadas en la naturaleza, podríamos dilucidar que una imagen puede decir más de lo que el autor quiso decir, incluso la imagen puede abrir ventanas hacia mundos llenos de símbolos que el autor no puso voluntariamente pero que interactúan con la interpretación que hacemos de la realidad ante nuestros ojos.
[1] http://www.boulesis.com/especial/escueladefrankfurt/pensamiento/
